Vivimos librando una batalla entre encontrar nuestro auténtico yo y ser lo que el mundo espera de nosotras.

Llega el momento de verte al espejo y ahí, frente a ti, esta la verdadera tú. Puede que la imagen sólo sea un reflejo, pero es el primero indicio y el más visible de tu verdadero yo.
¿Qué tan bien conoces a esa persona del espejo?
Probamos y exploramos el mundo buscando encontrar aquello que podría ir con nosotros, identificarse con esa persona que somos, queriendo encontrar nuestro verdadero yo, hobbies, moda, gustos que nos ayuden a ser "auténticos".
Esa búsqueda de la autenticidad tiene que ver con nuestra autoestima y bienestar, psicólogos afirman que ser auténticos nos permite poder lidiar mejor con las dificultades, tener mayor confianza en nosotros mismos, sin embargo, siempre estamos buscando una imagen ideal por que nunca estamos a gusto con nuestro propio reflejo. Tenemos miedo de enfrentarnos a quienes realmente somos.

A menudo no nos resulta sencillo exponernos a ser quien realmente somos por que nos da miedo el rechazo y tal vulnerabilidad nos impide mostrarnos tal cual pues, tenemos tantas ganas de encajar en grupos o círculos sociales que adoptamos la imagen de quien se supone que debemos ser, actuamos conforme a ese ideal creado en nuestra mente.
Buscamos ropa, accesorios, cortes de cabello tratando de imitar el estilo de quien creemos o queremos ser, o de esa imagen que creemos que debemos trasmitir, nos perdemos en quien queremos ser y evitando mostrar quien realmente somos.
Trabajar con ser autentico no es imitando a los demás, en una consultoría una clienta me decía: "se que jamas podre ser sexy por que mi personalidad es demasiado tierna". A lo que Yo le conteste:" Lo sexy no es mostrar tus pechos o poder lanzar una mirada sensual, el ser sexy es mostrar esa autenticidad sin miedo a mostrar quien realmente eres, sentir que eres bello siendo tu y solo tu".
¿Qué pasa cuando te conviertes en mamá? Puedes llegar a perderte, debo confesarles que a mi me paso, me costo mucho trabajo volver a tener seguridad en mi misma, a creer en que soy bella aunque no tenga el mismo cuerpo que antes de dos hermosos terroristas, pero es un proceso largo, un trabajo de esfuerzo y dedicación, de un autoconocimiento, un redescubrimiento.
Tal vez no sea sencillo, pero atreverte a ser tu misma te puede liberar de una gran carga. Sólo es cuestión de atreverte a despojarte de la máscara.
Con cariño,

Comments